Una de las mayores causas de sufrimiento del ser humano es

Una de las mayores causas de sufrimiento del ser humano es su aferramiento y apego por aquellas cosas que no ya no le sirven, ya no están o ya no le hace bien mantenerlas.
Cada vez que intentamos retener algo o no aceptamos su pérdida sufrimos… y sufrimos porque tenemos todo el enfoque puesto en nosotros. En lo que no queremos y no en la situación, o las necesidades de las personas que se van.
En el día a día nos encontramos con muchas situaciones que nos recuerdan que nos cuesta soltar y abandonar….
Y más cuando se trata de alguien a quien queremos…. Nos cuesta dejarlo marchar y muchas veces no nos damos cuenta, que retenerlos les genera un profundo dolor y sufrimiento un dolor y sufrimiento innecesario. Mayor incluso, que el que se nos puede quedar a nosotros si los dejamos ir.
Y es que a veces por evitar nuestro dolor, hacemos que los demás sufran sin darnos cuenta… Creemos dentro de nosotros que lo hacemos por ellos, para que estén bien, para devolverles la ilusión o la esperanza, y no somos concientes que lo hacemos porque no queremos sufrir y sentir el dolor de la pérdida. La raíz de este comportamiento es el egoísmo.
Somos capaces de hacer cosas increíbles con tal de evitar el dolor. Muchos de los comportamientos desadaptados que tenemos y hemos incorporado tienen como finalidad evitar el dolor y conseguir placer, cueste lo que cueste.
¿Y si aprendiéramos a sentir el dolor? ¿Y si aceptáramos que el dolor forma parte de la vida?
Si esto pasara, nuestras relaciones con nosotros mismos y con las personas que son importantes para nosotros serían diferentes. Podríamos hacernos cargo de nuestro dolor impidiendo generarle dolor a los que queremos. Respetaríamos su proceso, los acompañaríamos en su marcha con un gran calor y amor.
Esto es extrapolable a las relaciones de pareja, trabajo y situaciones… Muchas veces no aceptamos al otro, queremos que sea diferente.. Queremos que las situaciones sean distintas de cómo son, queremos que….. y estamos en continua lucha con el exterior y el interior porque nada es como queremos que sea.
Mindfulness que es una herramienta que ha cogido mucha fuerza en los últimos años, nos invita a dejar de luchar y a aceptar el momento “tal y como es”.

¿Qué significa aceptar el momento y tal y como es? Pues no reaccionar a él de la forma en la que venimos haciéndolo. Sino verlo, aprender a ver nuestras reacciones interiores y nuestros pensamientos, generar un espacio y poder dar una respuesta adaptada a la situación. No una respuesta que venga de creencias que se gestaron en momentos pasados y que no se adecuan a la realidad existente.
Mindfulness te invita a vivir en la realidad, no en la mente y la historia que la mente construye de la realidad, porque gran parte de esa historia no te pertenece y no se ajusta a lo que es. Solo es una mera interpretación.
Mindfulness está basado en técnicas budistas de hace más de 2.500 años y a día de hoy, ha creado una revolución. Esto nos hace pensar que hace más de 2500 años teníamos las mismas inquietudes que ahora….
Para poder aceptar y poner en práctica mindfulness es muy importante comprender que es algo que lleva tiempo incorporar, ya que nuestra mente está siempre llena de pensamientos y nos hemos identificado por completo con ella sin ceder un espacio a nuestra conciencia y sabiduría interna.
Los beneficios que trae la práctica está científicamente demostrados;
- Tu ansiedad disminuye
- Tu estabilidad emocional mejora
- Tu creatividad aumenta
- Tu felicidad aumenta
- Se desarrolla tu intuición
- Logras tener claridad mental
- Logras paz mental
- Los problemas se vuelven pequeños antes de llegar a ti
- Mejora el sistema inmunitario
- Aumenta la gestión del dolor
- Aumenta la compasión hacia uno mismo y hacia los demás
- Aumenta la motivación y la consecución de objetivos.
Como veis, tiene unos beneficios estupendos, solo que muchas personas al no sentir el beneficio inmediato dejan la práctica. Nos hemos acostumbrado a tener todo ya y si no es ya, lo dejamos. Pero aquellos que consiguen mantener la constancia, la motivación y la ilusión transforman sus vidas y las vidas de los que están alrededor.
Escrito por Cristina Ballenilla Reina
Psicóloga del parque Cementerio de Málaga