y su duelo…
Tener un animal de compañía, lejos de ser una moda se ha convertido en una necesidad humana.
Hemos hablado en distintos post, de la función tan importante que han cumplido estos pequeños durante el periodo de confinamiento y también cómo sus reacciones y su forma de relacionarse ha cambiado a medida que iba cambiando la situación.
El vínculo que se crea con estos animales en muy fuerte. Quizás haya personas que no consigan comprender cómo un ser humano puede establecer esa relación con un animal. Pero es que no es sólo un animal, se convierte en algo más que eso….
El mundo tal y como lo vivimos es una percepción mental, esto quiere decir que percibimos la realidad con los filtros de nuestra mente. Todo lo que experimentamos fuera, realmente no está fuera, está en nuestra mente.
Los animales nos muestran una parte de nosotros mismos, un potencial que yace dormido y que gracias a ellos experimentamos y es el amor incondicional.
¿Pero qué es el amor incondicional?

El amor incondicional tal y como dice el término es amar sin condiciones. Es la acción de querer el bien por el otro.
Esto quiere decir que lo único que importa es el bien del ser amado. No hay reglas, ni requisitos, ni hay nada que demostrar ni nada que reclamar. Es un amor libre de cualquier circunstancia… No se trata de un amor ciego, sino de un amor con los ojos abiertos, despiertos, un amor que sólo puede sentirse cuando el corazón está abierto.
Y ese es el amor que ellos nos muestran. No importa si un día le regañas para que aprenda a hacer sus necesidades fuera de casa, ellos no te retiran el amor y el afecto.
Su corazón es puro y viven el momento. No guardan rencor…. Aman la esencia a pesar de las equivocaciones de sus dueños…
El amor incondicional, ama sin dar nada a cambio porque el hecho de sentir el amor mismo, ya es un regalo. Es un amor que está libre de expectativas…
Y esa capacidad que ellos tienen también la tenemos los seres humanos. Ellos nos muestran esa esencia dormida que habita en nosotros y que a través de ellos sentimos. Por eso, ese vínculo que se crea con ellos es tan especial, podemos decir que es un amor que conecta directamente con la divinidad.
Cuando perdemos a nuestra mascota, de alguna manera sentimos que perdemos esta esencia que se manifestaba en nosotros con su presencia. Por eso se crea un vacío tan grande en nuestro interior, porque otorgamos esa capacidad fuera de nosotros, a algo externo y no comprendemos que ellos vienen a despertarnos. A que sintamos que dentro tenemos esa capacidad. Y es que esta forma de amor, difícilmente lo sentimos con las personas que tenemos alrededor. Nuestra forma de amar está totalmente condicionada, no es libre, tiene una reglas….muchas reglas.
Sólo el amor de una madre puede parecerse a esta forma de amor incondicional.

Por lo que si has perdido a tu mascota, a tu compañer@ , a tu fiel amig@, a ese que siempre estaba, en cada momento, en cada instante. Ese que sabía cuándo acercarse a ti, ese que tenía la capacidad de oler tu tristeza, tu dolor… Ese que siempre se hacía presente cuando lo necesitabas sin llamarlo….Es normal que sientas su pérdida, es totalmente lícito que sientas una ausencia, que sientas ese dolor.
El rastro que deja un animal de compañía en la vida de alguien es grande. Impregna todo su olor, impregna todo. Esos paseos…, los momentos de llegar a casa y recibirlo, los momentos de marcharse y observar esa cara que te pide que no tardes, o que le lleves….
Son muchos gestos los que acompañan tu día… y muchos momentos que te hacen recordar su ausencia.
Por eso si estás pasando un duelo por tu mascota, no sientas vergüenza de expresarlo y manifestarlo. Es cierto que aquellas personas que no han tenido una mascota, les costará comprender tu dolor y su ausencia. Pero hay mucha personas que sí comparten su vida con un compañero y pueden comprenderte.
Aflorarán muchos sentimientos y emociones en ti, pero lo importante es que comprendas que dentro de ti está esa capacidad de amar de forma incondicional tal y como él/ ella te ha mostrado.
Algunas sugerencias para que puedas procesar el dolor….

- Permítete sentir el dolor, y no lo tapes. No eres débil ,sino humano.
- Si tienes la necesidad de expresar tu dolor y hablar de él, hazlo con personas que sabes que puedan comprenderte. No pierdas el tiempo con aquellos que sabes que no comprenderán este momento que estás atravesando. Solo te llevará disgustos y se acentuará más tu dolor…
- Hazle un ritual si lo necesitas. Un ceremonia de recuerdo, un homenaje y dale un espacio en tu corazón.
- No intentes controlar tus emociones. Las emociones no se controlan, se sienten. Si las negamos nos convertimos en esclavos de ellas. Date permiso para estar triste.
- Date tiempo para introducir una nueva mascota en tu vida. Nadie reemplazará su sitio, por lo que es importante que dentro de ti hagas un nuevo espacio para ese animal que entra.
El dolor se irá, perderá intensidad a medida que pasen los días…. Y el amor se quedará contigo para siempre.
En Parcemasa próximamente abriremos un espacio para honrar a tu mascota. Consideramos que es algo que forma parte de la vida de las personas y que merecen su espacio y su lugar.
Son muchas vidas, muchas sonrisas, muchas alegrías las que un animal de compañía nos regala.
Si necesitas asistencia psicológica para elaborar tu duelo puedes solicitar tu cita aquí;
Escrito por Cristina Ballenilla Reina. Psicóloga del Parque Cementerio de Málaga. Parcemasa.