La aceptación del dolor

como fin del sufrimiento

El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional.

Buda

Durante muchos años se han hecho grandes esfuerzos por evitar el dolor construyendo sociedades cuyo lema de vida ha sido el gozo y el disfrute.

El hedonismo se instauró en nuestra sociedad hace muchos años, siendo una doctrina cuya finalidad es buscar el placer y el goce.

Es más, se considera el placer como el único y supremo bien.

Según el hedonismo toda la motivación del ser humano está dirigida por la búsqueda de placer y evitación de dolor.

Esto ha hecho que el ser humano se vuelva frágil y vulnerable ya que ante una situación de dolor, la respuesta es de huida y escape.

Los fármacos, el alcohol, el consumo de sustancias, las adicciones al juego, las adicciones a las redes sociales etc.: son conductas de huida y evitación ante un evento que la persona cataloga como dolorosa.

Actualmente existe una alta tendencia de compartir una vida de ensueño en las RRSS para obtener el reconocimiento que uno mismo no es capaz de darse desde dentro. Existe en estas personas cuya obsesión es divulgar cada momento de su vida, siendo la raíz de este comportamiento una gran carencia emocional que tiene como consecuencia una dependencia extrema.

Son personas inseguras, en busca de reconocimiento constante, incapaces de disfrutar de momentos en soledad. Porque la soledad para ellos es una gran fuente de dolor. Con el tiempo se dan cuenta de que vivir para gustar a los demás y buscar ese reconocimiento externo es agotador, insostenible y poco ecológico para la salud emocional. Por ello, los más valientes acaban en terapia aprendiendo a aceptar ese vacío interno.

Desde hace ya algún tiempo, muchos investigadores y estudiosos, al ver el impacto tan negativo que tenía para la evolución del ser la evitación del dolor, adoptaron nuevos modelos teóricos que hicieran comprender a las personas la sabiduría de los budas.

El dolor forma parte de la vida y aceptarlo te lleva hacia el camino del gozo y la iluminación.

Existen muchos conceptos que se manejan de forma oculta, disfrazada, teñida. porque parece que nos estamos preparados para aceptar el dolor.

¿Pregúntate cuántas cosas haces en tu vida para evitar el dolor? ¿Tomas medicamentos?,¿ buscas emocionalmente compañía?, ¿buscas desesperadamente reconocimiento?……

Uno de los temas más ocultos y que siempre ha existido que es la mayor causa de dolor , es la muerte. Aún seguimos escondiéndola en nuestra vida como si no existiera.

El hombre en su afán de control y búsqueda de seguridad hace miles de acciones, y se le olvida que lo único que hay seguro en la vida, es la muerte.

Y con este disfraz y falta de aceptación educamos a los que vienen.

Existen creencias que están instauradas en la mente de los adultos, que hace que aborden el tema de la muerte desde un lugar que poco ayuda a los menores. Ya que el temor infundado desde pequeños, hace que en su vida adulta desarrollen fobias y muchos comportamientos desadaptados.

Los adultos creen que los niños no tienen capacidad para comprender la muerte. Los niños tienen una gran sensibilidad y saben cuando alguien está ausente. Es por ello que ocultarle el fallecimiento de alguien puede ocasionar en ellos el síndrome del abandono y otras patologías asociadas.

Los adultos creen que los niños no pasan por un proceso de pérdida y que no necesitan expresar y ser acompañados. Ellos también tienen un mundo emocional que gestiona, donde aparece la tristeza, la rabia, el dolor…

Si no se les explica bien qué ha ocurrido, ellos procesarán la realidad a través de su código binario, haciendo construcciones no acertadas de la realidad. Esto hará que creen un mapa mental sobre el mundo, los eventos y sobre sí mismos que les guiará durante su vida, trayéndole muchos comportamientos desadaptados.

Aceptar el dolor como parte de la vida es ahorrarte muchas autopistas que no te llevarán hacia ningún lugar.

Existen tres formas de abordar una emoción:

Aceptarla :  Es dejar que esté, darle su espacio no intentar modificarla ni alterarla. Observarla sin juicio, comprendiendo que aparece como una respuesta… y que en el momento que la dejemos hacer su función desaparecerá.

Reducirla: Intentar interferir en ella, haciendo conductas para que su intensidad sea menor, como puede ser hacer deporte, comer en exceso, consumir sustancias, etc.

Bloquearla y/o negarla: hacer que no existe, que no se está sintiendo. Desatenderla por completo. A largo plazo esta emoción se somatiza en el cuerpo dando como resultado distintas enfermedades.

Curiosamente cuando aceptamos el dolor y le damos su espacio, emerge un espacio que hace que no nos identifiquemos con el dolor. Es ahí cuando emana de nosotros la experiencia de gozo fruto de la conciencia pura del ser.

La sabiduría solo se alcanza en un estado de presencia.

La ciencia ahora está dándole crédito a las enseñanzas que muchos maestros transmitieron en su estancia de vida. Tal y como decían ellos “sé tu propio científico, observa, siente, comprueba, investiga qué ocurre en el espacio de tu mente y hallarás el infinito en ti”.

Escrito por: Cristina Ballenilla Reina.  Psicóloga del Parque Cementerio de Málaga. Parcemasa.

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