Hay que acercarse a la muerte, no huir de ella.

Ese es el mensaje que nos dejaba Paz Padilla tras la pérdida de su compañero de vida.

Ese ha sido uno de los tantos mensajes que el pasado sábado nos dejaba Paz Padilla tras la pérdida de su madre y también de su compañero de vida como ella dice: el amor de su vida.

La humorista nos regaló una entrevista cuyas palabras estaban cargadas de una profunda sabiduría, una sabiduría que solo alcanza quien mira de frente, quien decide quedarse, quien decide no huir de la vida y mucho menos de la muerte.

Porque como ella dice, «la muerte forma parte de la vida y en esta sociedad vivimos de espaldas a ella».  Por lo tanto, vivimos de espaldas a la vida.

Para quienes no vieron la entrevista (recomiendo que la vean) ella relató cómo fue el proceso de acompañamiento de la muerte de su marido Antonio.

Le diagnosticaron un cáncer terminal, y se lo comunicaron de inmediato. Desde ahí, los 8 meses que vinieron, fueron un acompañamiento, una preparación.

Ella se rodeó de profesionales expertos que le ayudaron a entender el proceso. Y tal como ella dice; «No siento rabia, la rabia se siente cuando no se comprenden las cosas. Pero yo he comprendido. No siento rabia. Lloro, siento la emoción y la dejo ir, rio; siento la emoción y la dejo ir…. así me paso el día, y eso es. Esto es vivir.»

Ella se ha acercado a la muerte, la ha vivido, muchos se van, huyen. Ella decía : “Eso es un gesto muy egoísta, la persona que se va necesita verte, necesita que le entregues tu amor. Muchos cuando te ven y te llaman, te sueltan sus miedos, te miran con pena. Pero los que de verdad tienen amor en su corazón no te miran con pena, sino con compasión y eso, eso si me gusta.”

Ella lo acompañó todo el proceso y lo hizo en casa. Contaba que en los hospitales te enseñan a vivir, pero no te enseñan a morir. Muy agradecida a los profesionales de cuidados paliativos, enfermeros y oncólogos, quienes le enseñaron a acompañar…le enseñaron que su trabajo era ayudar a su amor a elevarse y ascender.

Y para ello comprendió la importancia que tiene dejar ir, no retener….

Ella lo soltó. Dejo ir al amor de su vida, a su alma gemela como ella dice. Porque sabía que si no lo hacía, no lo ayudaría a ascender. Y fue entonces cuando posada en su pecho sintió que él ya no estaba en su cuerpo, le acompañó hasta su último aliento…, y ahí lo sintió, sintió que él se había ido. Ella lo recuerda como un momento mágico; “Hay algo que te dejan, no sé algo que se queda contigo”. Siento un amor enorme, cada vez que lo veo siento amor, eso es lo que él me ha dejado, lo que de verdad perdura».

Y es que cuando te acercas a la muerte, te transformas. Ya no eres la misma persona, tu conciencia se expande, es otra, ves la vida de otra forma. Al no darle la espalda a la muerte, aprendes a vivir y aprendes a morir. Aprecias la impermanencia y sales de la ilusión mental, viviendo una vida más real, más auténtica.

Desde luego que en su entrevista dejo joyas tremendas, como cuando dice; ya sé lo que es vivir aquí y ahora. Yo me creía que eso era lo que hacía la gente; ir de viaje, de vacaciones, ir a la playa… Pero NO; vivir aquí y ahora era cogerle la mano a Antonio, mirarlo, respirar con él y sentirlo, y así los días se pasaban lentos, muy lentos y yo podía disfrutar de mi Antonio cada segundo de su vida.

Maravillosa Paz Padilla, desprendía tanta luz en su entrevista que muchas personas se vieron tocadas por sus palabras. Seguro que ayudó a muchas trayéndole paz en sus corazones.

Y es que ella fue a dar un mensaje. Un mensaje muy claro.

Acércate a la muerte.

Arropada por creencias budistas, ella encontró ahí su refugio. El refugio es lo que el buda nos invita a visitar, habita en cada uno de nosotros. Un lugar donde la esencia nunca se ve manchada ni alterada, es un lugar de serenidad y paz. Un lugar donde vive lo puro. Y ahí se encontró ella y así lo manifestó.

«Se puede vivir la muerte desde la serenidad».

Es de las mejores entrevistas que he visto con respecto a la muerte. Y desde aquí queremos agradecer a Paz Padilla tanta generosidad. Ella se expuso, aun estando todo el proceso reciente, porque sabía que tenía que compartir algo, algo muy importante y así fue. Un acto de valentía, de entrega y de amor. Está claro que ella se ha expandido.

Ella nos ha dado una visión muy amorosa sobre la muerte.

Decía,.»de la misma forma que celebramos la vida tenemos que celebrar la muerte, Por eso cuando se fue, sentí una alegría en mi corazón y abrimos una botella de champán para celebrarlo».

Aquí en nuestra cultura esto no es lo común, parece que tenemos que estar tristes, destrozados, y afectados por la marcha de alguien.. Y esto puede generar culpa en aquellos que han trascendido la muerte. En otras culturas las celebraciones y rituales que se realizan son un canto a la vida y un canto a la muerte.

El humor es uno de los grandes aliados para poder canalizar el dolor y darnos espacio para poder vivir el tránsito sin drama.

Desconocemos y rechazamos tanto la muerte que cuando vemos a una persona que la acepta, e incluso le sonríe, lo juzgamos como algo malo y negativo. Como decía el médico especialista en paliativos; Enric Benito»;nuestra ignorancia nos impide comprender la muerte.

Ojalá las palabras de Paz padilla y su testimonio sirvan a muchos para comprender la muerte y aliviar el dolor. Para dejar de huir de ella, y para que nuestra sociedad nos enseñe a morir. Porque cuando aprendamos a morir, será cuando aprendamos realmente a vivir.

Algunos comentarios en las redes decían: “esto debería de enseñarse en los colegios y en las universidades. Qué gran lección nos ha dado Paz.»

Queremos agradecer también que se haya dado visibilidad a aquellas personas que dedican su vida a acompañar en la muerte. Porque sin duda, hacen que el espíritu se vaya más liviano, más sereno y más ligero. Y ayudan a las familias a entender todo el proceso.

Solo quien es amigo de la muerte puede hacer este trabajo.

Por eso….

En Parcemasa intentamos traer esta mirada de amor hacia la muerte, esa mirada que nos ayuda a entenderla, a comprenderla, a vivirla y a sentir que las personas cuando se van, dejan ese halo de amor en nosotros.

Trascender y acercarnos a la muerte como parte de la vida es uno de los objetivo que tiene el Jardín del Recuerdo. Este lugar donde todo retorna a la vida, pero de otra forma. En forma de árbol. Una simbología que nos ayuda a que nuestra mente comprenda…

La adaptación a los distintos estados es lo que hace que el ser humano sea humano.

Y para ello tenemos al guardian de nuestro jardín. A «Manolo» quien vela para que la vida continue y quien nos muestra la importancia del cambio continuo para la vida. No había un huésped guardian mejor que él.

Os dejamos algunas imágenes de nuestro pequeño guardian del amor.

Si estás pasando por la pérdida de un ser querido, Ofrecemos un servicio de acompañamiento gratuito donde te ayudaremos a que disuelvas tu dolor desde la serenidad y el amor.

Puedes solicitar tu cita aquí.

https://goap.parcemasa.es/

Escrito por: Cristina Ballenilla Reina. Psicóloga Parque Cementerio de Málaga. Parcemasa.
Fotos cedidas por Juan García. Parcemasa.

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