El Cristo de la Compasión abraza la Capilla principal del Cementerio San Gabriel.

El acto de Bendición Del Santísimo Cristo de la Compasión.

El pasado 22 de Septiembre se celebró en Parcemasa El acto de Bendición De Santísimo Cristo de la Compasión.

Un acto  que fue presentado por nuestro compañero Carlos González,al que asistieron el Sr.Alcalde de  Málaga, Francisco de la Torre. La Sra. Presidenta del Consejo de Administración de Parcemasa, Gema del Corral, miembros de la Corporación Municipal, Consejeros, Señor Delegado de Medios de Comunicación Social de la Diócesis, señores capellanes, sacerdotes y diáconos, y amigos de Parcemasa.

La capilla se ha vestido de blanco para portar a este maravilloso Cristo y es que no se podría haber elegido una imagen más acertada para transmitir consuelo y amor a tantas familias que nos visitan. Tal y como apuntaba el Sr. Alcalde; “por aquí antes o después pasaremos todos”.

Esta obra ha sido realizada por Juan Vega, un escultor malagueño muy joven con un gran talento. Juan lleva más de 15 años aportando su arte y trabajo a muchas cofradías e instituciones de la ciudad. Juan Vega entregó a Málaga una obra de plena madurez artística. Una obra que lo consagra como uno de los grandes imagineros españoles del momento. Un joven humilde con una gran disposición que se vio reflejada desde el momento en que se le hizo el encargo poniendo todas sus capacidades al servicio del proyecto. Una persona de  una exquisita sencillez pero que al mismo tiempo destaca por su grandeza personal ya que comprendió perfectamente el destino de la obra y puso toda su sensibilidad en la elaboración de la misma.

Él mismo comentaba en el acto de presentación que había sentido muchas “sensaciones” tallando la obra. A veces, ante obras así, uno siente como si una energía especial lo guiará….

Necesitaban encontrar una imagen que pudiera dar cobijo y aliento a las familias que nos visitan. Y visualizando se dibujó ese rostro  delicado, cuya mirada abraza a aquel que sufre.

Compasión: que palabra tan Grande, y es grande porque la compasión requiere de un gran corazón.

La compasión es un término que últimamente suena mucho. Y como todo lo que suena, tiende a desvirtuarse, queremos darle su verdadero significado.

La compasión suele equivocarse con la “pena”, pero La compasión es un valor humano que conjuga la empatía y la comprensión hacia el sufrimiento de los demás.

Es un valor que nos permite tratar a todos los seres con igualdad. El valor más perseguido por los budistas, ellos entienden que sin compasión no hay amor, ya que  la ecuanimidad es uno de sus principios.  La compasión es la fuente donde nace el deseo de aliviar a los demás de su sufrimiento. La práctica budista   y cristiana comparten este  valor que no tiene otro fin que este, alcanzar la iluminación para poder ayudar a los demás y así poder liberarlos del sufrimiento. Por eso no existe otra imagen más acertada que ésta para la capilla. Hablaremos con más profundidad de la compasión en otros artículos.

Nuestro joven maestro, Juan Vega Ortega, nació en Málaga, en un barrio tan malagueño como el de “Lagunillas”.Estudió muy aplicadamente, en la Escuela de Bellas Artes de San Telmo, Escultura y Artes Aplicadas a la Escultura, y todo lo referido a la disciplina clásica de las Bellas Artes.Desde muy temprana edad, compaginó sus estudios con el aprendizaje en el taller del prestigioso maestro Ruiz Liébana.

Artista muy precoz,  que con apenas 20 años empezó a hacer sus primeros trabajos para las cofradías.Siente admiración por maestros tales como “Bernini” o “Miguel Angel”.

Se trata de un artista muy perfeccionista y autoexigente, siempre busca la “excelencia” en su trabajo. Juan, es un hombre de bien, un hombre austero que huye de los focos y el brillo innecesario y  una persona muy familiar.

Recientemente, todo hay que decirlo, Juan Vega ha cumplido uno de sus sueños, que es ver una de sus obras expuestas en las calles de Málaga “como es la de Teodoro Reding” en el Paseo Marítimo Ciudad de Melilla. Una obra sensacional que todos podemos disfrutar.También ha realizado el busto de la baronesa Carmen Thyssen o el del desaparecido, Juan Rosa Mateo, más conocido como “El Pulga”, del Dúo Sacapuntas.

Juan ha ido haciendo su camino artístico dejando hitos en la Ciudad tanto en la imaginería religiosa como en la escultura civil.  Suyos son la estatua de Rízal situada a la entrada del Puerto junto a la antigua estación marítima o la obra que reproduce la carta de despedida del “General Torrijos en el Cementerio San Miguel”. El Cristo Resucitado del Asilo de los Ángeles; las cartelas para el trono de la Virgen de la Paloma y desde el pasado 22 de Septiembre, el Cristo de la Compasión.

El sueño de Juan Vega, es dedicarse a ésta su vocación, el arte y la escultura, su profesión toda la vida y a la que aporta un personalísimo e insustituible estilo, lleno de mérito, brillo y arte. Un sueño que ya es una realidad.

Nuestra Capilla

La Capilla del Cementerio San Gabriel se inauguró el día 2 de enero de 1987. No sólo ocupa arquitectónicamente el lugar central de las instalaciones, sino que es sin duda su recinto más visitado. Probablemente es la Iglesia con mayor concurrencia a lo largo del año.

Tras treinta y tres años de uso continuado, se hacían necesarias algunas actuaciones de mejora y puesta al día.

Se ha intentado mejorar la estética y el sentido iconográfico de la Capilla sin alterar la línea arquitectónica con que fue concebida en su momento.

Se ha contado con la generosa colaboración de feligreses de la Parroquia San Gabriel y algunos miembros del grupo de espiritualidad que dirige el Padre Aurioles que han donado la lámpara del Sagrario, seis candelabros para el altar, un cáliz y otros ornamentos litúrgicos.

Don Francisco Aurioles, Capellán de Parcemasa, ha donado una imagen bajo la advocación de virgen del Consuelo, esculpida según los cánones de los dolores del S. XVIII y una imagen, también de talla, del Sagrado Corazón.

Y la obra ya comentada  el Cristo Crucificado al imaginero Juan Vega, para que sustituya a la anterior sin valor artístico (seriada en escayola), que ocupa ya el centro del presbiterio.

Esperamos que os guste y sobre todo que cuando piséis la capilla, sintáis la magnifiscencia del Cristo de la Compasión.

Aquí os dejamos el acto completo para quien quiera vivir de alguna forma ese momento tan especial.

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