Con el virus….

Así es como Japón ha afrontado esta situación,
Siempre es bueno mirar a los vecinos para aprender con ellos. Los japoneses lo han hecho sin aislamiento. Ellos han decidido cambiar la estrategia y hacer su vida normal, exceptuando la suspensión de algún que otro evento.
Japón tiene una población muy longeva, y es por ello que se lo considera un país de alto riesgo. Sin embargo , su disciplina les ha permitido aprender a vivir con el virus sin dejar de salir y hacer vida.
Y parece que su estrategia ha tenido éxito, han contenido la pandemia.
Si llevamos esta estrategia a nivel personal seguramente muchas de las dolencias y problemas queden en un segundo plano. Cuando aparece un dolor o molestia ya sea físico o emocional, invertimos mucho tiempo en intentar que desaparezca, intentamos extirparlo de nuestra vida. Gastamos energía, invertimos muchos recursos, sin tener éxito. Sin embargo sin darnos cuenta, lo que si va desapareciendo es nuestra energía, nuestra ilusión, nuestro alegría ; dejamos de salir por el dolor, de ver a familiares, de hablar con amigos, de ir al gimnasio, dejamos de hacer todo aquello que nos gustaba porque si sentimos dolor preferimos quedarnos en casa creyendo que así se aliviará y se irá. Y a veces, el dolor no se va. Son los casos de dolor crónico, (emocionales o físicos) en los que todos los esfuerzos por eliminarlo no tienen sentido, no dan resultado. Es ahí cuando nuestra vida está totalmente impregnada por el dolor, nublada y apática.

Cada acción que se hace se realiza con el objetivo de evitar sentir que el dolor se agrande, así que uno dedica todo su empreño a evitar todo tipo de acciones y eventos porque así cree que el dolor mermará… Lo cierto es que toda la atención y recursos están puestos en el dolor, y ahí donde va la atención va la energía y esto hace que eso a lo que le dedicamos atención crezca y crezca y adquiera una dimensión que se convierta en lo único que existe en nuestra vida.
Lo sorprendente es que cuando nada funciona, aparece un estado de desesperanza. Y sólo cuando una persona está aquí, ocurre algo maravilloso. Aparece un espacio que permite tomar una nueva decisión. Una decisión de abandonar la lucha.
Es difícil que comprendamos esto, cuando siempre se nos ha enseñado que para resolver un problema hay que buscar soluciones. Lo que no nos habían contado es que en la mayoría de las ocasiones, la búsqueda de soluciones se convierten en un problema en sí mismo.
Para demostrarte que esto ocurre así, piensa por un momento cuando intentas recordar el nombre de alguien o algo y no consigues hacerlo. Buscas y busca, traes imágenes, momentos etc. Sólo cuando abandonas todo intento de recordar, el nombre que buscabas aparece. Y lo hace porque al abandonar se ha generado un espacio en tu mente que le permite darte la información sin hacer un esfuerzo. Está ahí y la mente te la trae cuando le das la orden correcta.
Cuando abandonamos la lucha aparece esta nueva decisión: La decisión de aceptar el dolor. De hacer cosas que realmente te gustan a pesar de sentir el dolor. Es aquí cuando uno comienza a salir, comienza a ir al gimnasio, va a ver a sus familiares y seres queridos. Y sin darse cuenta, con el tiempo y poco a poco, el dolor va desapareciendo… sin hacer ningún esfuerzo para que desaparezca. No es que se vaya, pero tiene menos intensidad, tiene menos espacio que llenar… porque ya hay espacio que está ocupado con la alegría, el placer, el sentirse útil y capaz….
Esto mismo lo podemos observar con esta pandemia. Quizás debamos aprender a vivir con ella, incorporar los nuevos hábitos y las medidas de prevención, pero sin perder la vida en ello, ni esperando a retomarla cuando el virus se vaya. No sabemos cuándo se irá, y tampoco sabemos si se irá…pero si sabemos hoy, a cuántas cosas hemos renunciado por no adaptarnos a lo que es y está.
Hay muchas cosas de la cultura japonesa, que si las incorporásemos a nuestra cultura, sin duda creceríamos en todos los aspectos. Y una de ellas es un método de trabajo que utilizan en sus empresas, que más que un método de trabajo, podemos decir que se ha convertido en una filosofía de vida para quien lo aplica. Se llama KAIZEN.
kai que significa cambio, y zen que expresa para algo mejor, y de este modo significa mejoras continuas.
Para que el Kaizen sea efectivo debe entrar en juego las cinco S.
El objetivo de las “cinco S” es introducir tanto el orden, como la disciplina en el lugar de trabajo y contribuir tanto a la eliminación de derroches dentro del sistema de producción, como a mejorar las labores de mantenimiento de equipos y reducir los accidentes laborales. Es un proceso de “mejora continua que involucra a todos”.
- Seiri: el primer paso es distinguir entre los elementos necesarios de aquellos que no lo son en un sistema productivo. Lo importante de lo no importante.
- Seiton: hay que listar manera ordenada todos los elementos que nos han quedado tras el Seiri. El Seiton lleva a organizar los elementos necesarios para reducir el tiempo de búsqueda y esfuerzo.
- Seiso: la S más importante de todas ya que hace referencia a la necesidad de identificar el problema para ponerle remedio. Debemos conocer todas las estrategias y procesos en los que está inmersa la organización y en caso de identificar un error se le tendrá que poner solución. Una posible solución puede ser aceptar que el problema no tiene solución o que la solución es más costosa que el problema en sí.
- Seiketsu: la compañía debe tener a su alcance los recursos necesario para fomentar un buen ambiente y competitividad ( que no competencia entre los empleados) necesaria en la plantilla. Para ser el mejor se debe contar con las mejores herramientas de trabajo.
- Shitsuke: promover la idea del Kaizen y fomentar el compromiso con “las cinco S”. Estos cinco puntos no servirán de nada si no hay compromiso.
Básicamente, lo que propone el método Kaizen es la eliminación de todos aquello que genera desperdicio (en tiempo y recursos) y poder originar un sistema productivo. Es un modelo de búsqueda de la excelencia y una mejora continua de procesos. Nuestro sistema debe ser mejorado de manera constante, entendiendo el concepto del Kaizen como un medio o camino a seguir, nunca como un objetivo final.
Kaizen se utiliza a nivel personal como camino de desarrollo de las competencias individuales y mejora de la calidad de vida de una persona.
Son muchas personas quienes han incorporado esta metodología, no solo a su trabajo sino también a su vida personal.
Te animamos a que te sientes y te preguntes qué cosas que son importantes para ti has dejado de hacer y cómo podrías volver a retomarlas en el momento en el que estamos.

Puedes contarnos soluciones ingeniosas, y aportar más idea a los demás.
Escrito por: Cristina Ballenilla Reina. Psicóloga Parque Cementerio de Málaga. Parcemasa.