Un año que nunca olvidaremos
Y aunque muchos quisieran olvidarlo y tacharlo del calendario, otros lo recordarán como un año de alegría y gozo teñido por un extraño color grisáceo.
Un año donde una pandemia paralizaba a la humanidad.
Calles vacías, restaurantes y comercios cerrados, parques infantiles clausurados….

Un año donde el miedo, la incredulidad y la incertidumbre azotaba nuestros hogares, nuestras mentes y nuestras almas…
Un profundo silencio se hacía con las calles españolas y del todo el mundo…. Mientras un estridente ruido salía a través de las radios y televisores de los hogares.
Un año “diferente” como dicen muchos, pero…
¿Cuándo un año ha sido igual a otro?.
Este año ha estado marcado por algo que antes nunca hemos vivido, o al menos, no de esta forma.
Parece como si el año hubiese volado… quizás a algunos se les haya hecho eterno por las ausencias que han padecido y el dolor tan profundo que han experimentado y siguen experimentando.
Pero la sensación general, o al menos la sensación que muchos comentan, es como si el año se hubiese ido sin más… arrasando con muchas cosas de una forma sutil, pero al a vez con fuerza.
No sé si aun somos concientes de las consecuencias que nos ha dejado este 2020, pero ha resquebrajado a muchos hogares, no solo en el plano de emocional, sino también el plano económico.
No queremos llevar la mirada solo a una cara de la moneda. La vida, tiene dos caras y ambas son importantes. También han ocurrido cosas que se quedarán en el recuerdo y que son agradables y bonitas de guardar.
- Como han sido los momentos de aplausos hacia los sanitarios.
- El sentimiento de unidad entre los ciudadanos… Es increíble, cómo en situaciones donde reina el caos, por arte de magia aparece un “orden” que consigue que cientos de miles de personas puedan ponerse de acuerdo para determinar una “hora y un gesto” que tenga un significado común. Podemos decir que un nuevo lenguaje emergió y una nueva forma de expresión se implementó como un hábito en el día a día de los ciudadanos.
- Otra de las cosas maravillosas fue ver cómo el aire se limpiaba, cómo especies de animales volvían a su hábitat. Si alguno tenía dudas de si el ser humano era realmente quien estaba creando impacto en el ecosistema, en esta pandemia ,ha podido comprobar que así era y así es. Que el cambio climático no solo se debe a un acontecimiento natural que pasa en la historia cada cierto tiempo y bajo ciertas circunstancias, sino que el hombre tiene y ha tenido una gran responsabilidad en su aceleración.
- Hemos visto; flamencos en las playas, jabalíes por las calles, ardillas saltando en los árboles, hasta han aparecido especies que algunos dicen haber visto como “felinos salvajes” en mitad de la ciudad.

Hemos sido testigos de acciones solidarias; se han creado en redes sociales grupos de apoyo organizado para ayudar a las personas necesitadas y con menos recursos.
Se crearon plataformas de asistencia psicológica de forma gratuita para ayudar a las familias y ciudadanos que padecían ansiedad y otras dolencias.
Nació un voluntariado para llamar y dar conversación a las personas mayores y hacer que sintieran compañía, evitando así la dura soledad durante el confinamiento.

Se han movilizado muchas ayudas, muchos gestos de compromiso, de compasión, de ternura y de humanidad entre vecinos y jóvenes.
Un año en el que alrededor de 359.770 de vidas humanas han nacido en España trayendo luz a los familiares y a los más allegados.

Un año donde muchos han hecho lo que siempre “procrastinaban” por la “falta de tiempo”, como aprender nuevas recetas de cocina, arreglar y restaurar muebles, hacer cursos de pintura, manualidades…
Un año donde los padres han “vuelto al cole” y han aprendido nuevas tecnologías con sus hijos.

Un año donde las empresas se han renovado a la fuerza y han cambiado su forma de hacer, de comunicarse y de emprender.
Un año donde el «teletrabajo» ha llegado para quedarse.

Un año donde los autónomos han tenido que “reinventarse” y sufrir la pérdida de sus locales y negocios para aliarse con otros empresarios.
Un año donde los emprendedores han vislumbrado “nuevas oportunidades” de negocio enfocadas en la sociedad.
Un año donde estar en la casa era insoportable y generaba ansiedad. Siendo esa sensación transformada y convertido en placer y disfrute. Algunos ya no querían reincoporarse al trabajo, habían aprendido a disfrutar de su hogar, a darse cuenta de que tenían un “hogar”.
Un año donde hemos estado más unidos que nunca y más lejos que en cualquier navidad.
Un año de cambios constantes, donde cada dos semanas estábamos pendientes de las nuevas normativas y restricciones, como si de la bonoloto se tratase.
Un año donde las mascotas han ocupado un papel muy relevante.

Donde los niños y niñas han tenido que adaptarse y dar rienda a su creatividad.
Un año donde los sanitarios, las funerarias, los servicios de limpieza, los comercios y por qué no decirlo, el “papel higiénico” nos han salvado momentos de espanto.

Un año peculiar el 2020, un año donde todo lo que hemos vivido sin duda no se quedará en el olvido.
Han habido muchísimos cambios este año que se han introducido en nuestras vidas de golpe y sin apenas darnos cuenta….
Pero hay cosas que nunca cambiarán, y es que el ser humano necesita una mirada, un abrazo, la sonrisa y el calor de alguien para poder respirar….
Desde Parcemasa queremos mandarnos nuestros mejores deseos, queremos despedirnos de este año con un GRACIAS enorme, y sobre todo queremos llenar vuestros silencios de música para que podamos seguir bailando en este Vals de la vida, que muchas veces no comprendemos, pero que siempre nos guía sin saberlo.
FELIZ 2021!!!!
