Eso se escuchaba en estos días…..
Ya lo advertimos la semana pasada, había muchas «Expectativas» puestas en el 2021 y parece que el año ha comenzado con fuerza, así ha venido Filomena.
Esta vez con un “confinamiento natural” que nos ha traído Filomena. Muchas personas en distintos puntos de España se han visto obligados a “quedarse en casa” a causa de las grandes nevadas y temporales que han ocurrido en estos días. Temperaturas álgidas que nos han hecho revestirnos de ropa y chubasqueros.
Parecía que salíamos de un 2020, el cual pensábamos que nos dejaría imágenes para el recuerdo difíciles de borrar. Sin embargo comenzamos un 2021 con unas estampas que muchos de nosotros no hemos vivido nunca, como es la gran nevada que ha caído en la capital Española.

Todas las redes sociales, informativos y medios de comunicación se han vestido de blanco para mostrarnos unas postales preciosas de nuestra capital. Por un momento, algunos pudieran llegar a pensar que estábamos viendo ante nosotros Toronto. Pero no, era Madrid.
Una imagen que ha hecho que muchos colegios cierren estos días y que pequeños se echen a las calles para jugar y divertirse con la nieve.
Ojalá tuviéramos esa mirada de niños que nos permitiera disfrutar de ese momento, que no durará mucho…..

La nieve se deshace, de la misma forma que los momentos…. Y sólo una buena cámara fotográfica puede apreciar lo efímero de esto.
Pero no todo es bello, la nieve y el temporal han dificultados los traslados de enfermos, y personas que necesitaban asistencia inmediata. Otra vez la sanidad se ve ahogada ante una situación que le vuelve a recordar lo importante que es su trabajo.
Muchas acciones humanas han emergido ante tanto hielo; empresas con grúas que se han echado a la calle con sus máquinas para quitar tanta nieve y habilitarlas, ciudadanos que se han ofrecido a llevar y traer a los sanitarios al trabajo y otros muchos que se han puesto a servir a la ciudadanía y a colaborar entre ellos.
Si cada uno limpiara su parcela, haría una gran obra colectiva.
Hay quien tiene esa conciencia y consideración, y contribuyen en lo que pueden y hay quienes piensan “¿para qué me voy a molestar? si yo pago impuestos para que otros se encarguen de esto.
Es curioso cómo ciudadanos con los mismos derechos y responsabilidades piensan y actúan de forma tan dispar.
Quizás si nos diésemos cuenta de que muchos de los eventos que están sucediendo son responsabilidad humana, y no obras del azar, cambiaríamos la visión de lo que vivimos y actuaríamos intentando enmendar las consecuencias de nuestros actos y los actos de generaciones anteriores.
Sería triste que las generaciones venideras sólo pudieran conocer parte de la riqueza natural y animal que aun coexisten con nosotros, a través de una pantalla o una imagen.
Hace unos días escuché a alguien en la radio que decía “ Ya no quiero vivir más momentos históricos”. Haciendo referencia a que estaba cansado de vivir tantas situaciones que se salen de la norma, o de lo que estábamos acostumbrados.
Pero es que cuando llenamos la olla llega un momento que explota y cuando esto ocurre, parece que sufrimos una amnesia selectiva que nos impide recordar quién llenó la olla, quién la puso más tiempo del debido, y quién se olvidó de seguir las recomendaciones de uso.
La tierra habla, quizás no nos guste el mensaje que nos da, pero parece que solo escuchamos con zumbidos y estruendos.
Así es nuestra raza, así es la humanidad.
No queremos despedirnos sin dejar imágenes como esta, donde el Arte nunca muere y donde la cultura es sin duda una bendición para el alma.

Así lo manifestaba Ricardo Muti en las palabras que nos regaló en su concierto de año nuevo, que decían algo así como;
» Los músicos y la cultura tienen una misión muy importante en este mundo, y es llevar salud mental y bienestar a los seres humanos» Nosotros los músicos tratamos de llevar belleza a las personas y al mundo y esto es necesario para poder vivir en un estado de paz. Nuestras armas son las flores, las flores que salen de nuestra música.» Un grande sin duda.

Escrito por: Cristina Ballenilla Reina. Parque Cementerio de Málaga. Parcemasa.