Sí, estamos en el siglo XXI.
Ayer se celebraba el día Europeo de la Igualdad Salarial. En todas los diarios, foros y noticias solo se hablaba de eso; La discriminación que aún existen entre hombres y mujeres.
De eso y de la maravillosa entrevista de Pau Dones, ( grande Pau, ojalá su mensaje penetre en las mentes de los enfermos, porque él no estaba enfermo, solo tenía el cuerpo malito, un cuerpo que ya no podía soportar la luz de un alma pura y libre como la suya) .
La brecha salarial entre hombres y mujeres asciende al 21,4%, según las cifras aportadas por el ministerio de igualdad. Las mujeres siguen teniendo también más dificultades para acceder a puestos de trabajo que los hombres. Parece que la mujer sigue asumiendo de forma mayoritaria los cuidados y acceden a puestos de trabajo más precarios y peor remunerados que los hombres.
En palabras de la Ministra de Trabajo e Igualdad, hablar de brecha salarial es hablar de discriminación.
El salario de las mujeres debería aumentar un 27% para equiparse al de los hombres, ( Europa Press).
Estas diferencias salarias son barreras que aún presenta nuestra sociedad y que dificultan la incorporación de la mujer al mercado laboral.
A este fenómeno también se le une el conocido techo de cristal. Y es aquel en el que las mujeres no pueden acceder a cargos de responsabilidad en las empresas.
Parece que, aunque hay conciencia de estas realidades, aún queda un largo camino para poder modificar estás políticas de desigualdad social.
Los efectos que tienen esta discriminación manifiesta a nivel psicológico tiene como consecuencia síndromes asociados que cada vez son más frecuentes y por las que las empresas, al final, acaban pagando.

Síndrome de Burnout: también conocido como estar quemado” y que ya se la conoce como la nueva enfermedad del trabajo. Lo síntomas con los que cursa son:
- Falta de energía y sensación de abatimiento desde el inicio de la jornada laboral.
- Sentimientos de frustración al no conseguir los resultados deseados a pesar del esfuerzo invertido en las tareas.
- Estado de ánimo irritable, impaciente, negativo, irónico y distante, llegando a mostrarse frío e indiferente hacia las personas atendidas y con los compañeros de trabajo.
- Incapacidad para concentrarse en el trabajo y para relajarse o desconectar al finalizar la jornada laboral.
- Sensación de desbordamiento ante las demandas emocionales de los demás, careciendo de fuerzas para seguir involucrándose en las relaciones con ellos.
- Frecuentes dolores físicos, además del desarrollo de enfermedades psicosomáticas, como, por ejemplo, fatiga visual, dolores de cabeza y musculares, mareos, vértigos. Dificultades para conciliar el sueño, pérdida de peso, úlceras y otros desórdenes gastrointestinales, afecciones de la piel o infecciones, entre otros.
Estos síntomas se cronifican si no se ponen medidas a tiempo. A largo plazo, los gastos que esto supone a las empresas son bastante elevados.
Existen muchos organismos y asociaciones de mujeres que están fortaleciendo la figura de la mujer empresaria y que, con sus foros, congresos y acciones, ayudan a que ésta emprenda las acciones necesarias para adquirir su posición y su estado de bienestar.
En Málaga concretamente tenemos a Amupema, con su nueva presidenta Rocío García, quien se está dejando la piel porque las mujeres sean reconocidas dentro de la sociedad económica. Son muchas las acciones que está llevando a cabo, apoyadas por el ayuntamiento de Málaga y otras entidades.

Pero tal y como hemos comenzado os dejamos la mejor medicina para poder elevarse ante tanta enfermedad. Nos quedamos con los 20 mandamientos de Pau, quien antes de morir decía… QUIERO VIVIR!!!!
1. Que sepamos vivir el presente
2. Que no perdamos el tiempo pensando en el futuro
3. Que dejemos de creer en la suerte y creamos en nosotros mismos
4. Que dejemos de hacer montañas de granitos de arena
5. Que la tristeza nos dé ganas de reír. Que nos riamos mucho
6. Que cantemos en la ducha, en los bares, en las bodas, en las cenas con los amigos o donde nos apetezca cuando nos venga en gana
7. Que aprendamos a decirnos «te quiero» sin que nos dé vergüenza
8. Que nos besemos, nos toquemos y nos achuchemos mucho
9. Que nos escuchemos tanto como sepamos compartirnos en silencio
10. Que nos queramos, a los demás y sobre todo a nosotros mismos
11. Que nos peleemos lo menos posible. Estar enfadado es una gran y estúpida pérdida de tiempo. ¡A la mierda el ego y el orgullo!
12. Que nos dejemos de rollos, de chorradas, de hacer ver lo que no somos, que eso no sirve pa’ ná
13. Que le perdamos el miedo a la muerte, pero también le perdamos el miedo a vivir
14. Que decidamos por nosotros mismos. Que nunca dejemos que los demás decidan por nosotros
15. Que cuando la vida nos cierre una ventana sea cuando más abramos las alas para romper el cristal y salir volando
16. Que las cosas nos lleven adonde sea, pero que nos vayan bien
17. Que los cerebros de zafios, hipócritas, memos, mamelucos, corruptos, pesaos, estúpidos, tocapelotas, mentirosos, gilipollas… se reprogramen y entiendan que en la vida no hace falta ser así, que la vida va de otra cosa
18. Que a las penas, puñaladas y al mal tiempo, buena cara. O mala, que tampoco pasa nada
19. Que la vida sea siempre un sueño
20. Y, en fin, que a la vida le demos calidad, porque belleza sobra

Pau Dones; Músico, artista, humano y VIDA.
Gracias Pau por estar tan vivo entre nosotros y seguir acariciando nuestros corazones con tu música y tus letras.
Escrito por: Cristina Ballenilla Reina. Psicóloga parque cementerio Málaga. Parcemasa.